Mucho debemos aprender del 3×3 en ambas ramas. Una travesía para llegar a Barranquilla, que bien todos conocen y ha sido reseñada por todos los medios.
Crecer ante los momentos de prueba es la única opción que se tiene, cuando todo parece estar perdido.
Muchas veces en el trabajo en equipo se tiene que sacrificar unos por otros, para que un todo brille y sea celebrado.
El 3×3 masculino nos enseñó que todo un sacrificio en menos de 24 horas tuvo un éxito colectivo que hizo brillar a todo un país, que sigue al detalle las ejecutorias de #PURLosNuestros y la de los restantes 36 países que compiten en Barranquilla.
El equipo femenino enfrentó a la adversidad con dignidad. Son parte de este momento histórico. Escribieron una nueva página para las memora biblias, que espero existan en papel, y no se borren en la nube. ¡Lo digital me da miedito!
Esta gesta de 3×3 debe regarse como “los chismes” de pueblo. Debe ser contada generación tras generación. No dejar morir la historia.
Una delegación completa está creciendo ante la adversidad. Una amiga que sabe sacar aquello que los atletas ni sabían que tenía para CRECERSE.
Un gesto que me recuerda el aniversario 45 del matrimonio de mi papá y mamá celebrando sus altas y bajas al son de canasto del 3×3 un 28 de julio de 2018.
¡Gracias 3×3 por llenar de alegría una Villa, un país y sobre todo sus corazones! Crecer ante la adversidad es la encomienda en Barranquilla 2018.