Los deportistas son como un banco, tienen cuentas que deben llenar. No hablaré de dinero, sino de algo más allá que el papelito verde que sí aliviana los sacrificios deportivos.
Ese algo más es el amor. Un amor que es presidido por la familia inmediata, pero se extiende por aquellos que escogen un rol desde la amistad incondicional.
Piensa … por unos minutos. ¿Quién o quiénes son esas personas fuera del entorno sanguíneo que hacen la diferencia? Los amigos (as).

En mi caso, son esos que puedo contar con los dedos ante la gama de conocidos. Sí, muchos dicen conocerme en la superficialidad, no en su profundidad. Los que conocen son los que están en el coraje, el dolor, la tristeza y en las alegrías sin regalos ni bitores bañados de segundas intenciones.
Yo soy bendecida. Conocí a ese amigo que al mirarlo se por donde viene, se lo que piensa, se lo que le duele y gusta, y también pueda saber lo que puede mal interpretar y yo arreglar para que me comprenda. Conozco ese amigo que también sabe por donde voy, lo que pienso, lo que me duele y gusta, y lo que debe decir para no mal interpretar y como debe arreglar las cosas. Es recíproco ese amor incondicional.

Fue a mi llegada a la Universidad del Sagrado Corazón que ocurrió es flechazo. Se dio ese encuentro con este ser que hablaba más duro que yo, es más callejero que yo y domina mejor que yo, de manera fast track, la no sutileza con los que “hablan de mí”. Es una mezcla de Gloria Trevi con Alejandra Guzmán. Con rudeza enfrentamos la vida que amamos, al mismo tiempo con familias que nos aman como somos.
Sin duda, fueron cuatro años y medios de bachillerato de complicidad. Para poder defender nuestros temas de cobertura en las clases de periodismo, por ejemplo, la de Carmen Sara que era la de periodismo investigativo, las “amenazas” corrían en la mesa a los que decidían tocar nuestros temas. Luego entendíamos que todos en el salón defendíamos nuestros temas de preferencia con uñas y dientes, que no era necesario usar la fuerza extrema.

Esta amistad se corrió para el deporte. Es un ambiente donde las amistades no entienden muy bien, porque no es saludable ir a la calle a amanecerse todos los días, ingerir alcohol, comer en cuanto chinchorro rico que existe en toda la isla. Ni hablar de los días de playas. ¿Qué es eso? Si hay eran las dobles secciones de entrenamientos, mientras tus panas estaban poniéndose “in” para al otro día de clases hablar de lo “cool” que la pasaron.
Es en ese momento donde se aprieta el corazón de un deportista y trata de entrar la soledad. Hello!!! Aparecen amigos como el mío: Ricardo Sicardo. Los lazos se siguen estrechando en fiesta familiares, en éxitos, en penas, en desprendimiento y en desastres naturales. Las peleas, ¡pues ocurren! Los sustos también… cuando se viven en dos países parecidos, pero en uno existe el racismo por los puertorriqueños e hispanos como si fuese el especial día.

Escribo y comparto hoy, 16 de diciembre de 2019, porque en par de horas será su celebración de cuatro décadas de vida intensamente vivida y el countdown mío para subir a mis cuatro niveles de apasionada existencia terrenal y espiritual. Sé que mañana estará dedicado a celebrar por todo lo alto su llegada a su natal Borinquén como todo primer mandatario luciendo su chaqueta, su pin y su mahón todo terreno en un aeropuerto. Publicando fotos de cada instante y contestando cada mensaje de cariño que le llega por su cumpleaños.
Ricky, traté de hacer un homenaje a nuestra amistad. No se cómo más podría agradecerte más de 20 años de incondicionalidad, amor a nuestras familias y de sinceridad. Eres una persona especial.
Estoy orgullosa de lo bien que has podido llevar tu independencia en los Estados Unidos y la pasión con que vives cada día. En tus 40 años te deseo salud, para que puedas seguir logrando todas tus metas. Supiste dar una gran #Estocada a mi pequeño círculo de amigos y amigas.
¡Te celebro en grande! ¡Felices 40!
Con amor, la misma “nena que iba en pantalones bien cortitos, chanclas mete deo y pelo entre gomas a las clases de periodismo”.
Zacha Ivonne