Puerto Rico tuvo una Delegación que ganó
166 medallas en Mayagüez 2010.
El Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) ha sido guiado por líderes que son recordados por su efervescencia deportiva. Desde su fundación en 1948 ha tenido siete varones y una fémina en la presidencia para luchar, debatir y encaminar la representación de Puerto Rico en los eventos que componente un ciclo olímpico.

Este privilegio recayó en los XXI Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010 al esgrimista y múltiple medallista centroamericano y panamericano, David “Quique” Bernier. Su afán por dar lo mejor por su patria agarrando con precisión una empuñadora y sentado en una guardia sigilosa lo llevó a organizar una exitosa delegación junto a la vicepresidente y jefa de misión de ese entonces, Sara Rosario.

La historia lo bendijo con llevarlo cuatro años antes a dirigir el Departamento de Recreación y Deportes, donde ya estaban encaminados unos proyectos de transformación social, recreativo y de deporte de alto rendimiento. Nuevamente, “el colorao” le obsequió otro resultado deportivo de altura al que había acostumbrado el pueblo, esta vez desde el liderato del Movimiento Olímpico.
El ahora dentista de profesión entabló una conversación reflexiva con su contraparte #LaEstocada de la competición que celebra esta semana el décimo aniversario de su legado.
La Estocada: Venías de tener un ciclo de administración deportiva éxito en el Departamento de Recreación y Deportes, donde se le dio continuidad al trabajo de Georgie Rosario y fuiste creador de programas innovadores para el desarrollo del deporte de alto rendimiento a través del Gobierno. ¿Piensas que el resultado de ocho años, los tuyos y los de Georgie, le brindaron al COPUR una talentosa Delegación que ganó 166 medallas y de ellas 48 de oro para establecer un récord en la historia puertorriqueña?
David: Definitivamente el respaldo a los atletas y entrenador desde la Junta de Atletas de Alto Rendimiento fue fundamental, como también el proyecto específico del nuevo DAR (Departamento de Alto Rendimiento) en el COPUR y muy en particular el compromiso hacía el país que mostraron los atletas. El resultado fue producto del esfuerzo de mucha gente.
La Estocada: La entidad olímpica siempre pasa por caminos llenos de piedras y riscos para lograr el financiamiento de una Delegación. Mayagüez 2010 no fue la excepción, y en el presente sigue siendo tema de discusión. Según tu experiencia, ¿en qué deben inspirarse los inversionistas, públicos y privados, para invertir en el deporte nacional?
David: El deporte es la manera más costo efectiva de lograr transformación social, con poco se logra mucho. No es sólo la medalla que se logra. Es amplio impacto social que se logra en el camino.
La Estocada: Estamos en tiempos de muchos cambios en temas trascendentales del Movimiento Olímpico, por ejemplo, la Regla 50 de la Carta Olímpica. Bajo esta media los deportistas no pueden expresar una postura política en un escenario de competencia. En Mayagüez 2010, el Comité Organizador le sacó tarjeta roja al organismo regional de fútbol (Concacaf). Los deportistas se inspiraron y usaron la estrategia para sacar una pancarta en medio del desfile que leía “Tarjeta roja para el Gobierno”. Diez años después de los Juegos, ¿piensas que la Regla 50 debe flexibilizarse para que los atletas puedan llevar sus reclamos o mantienes la postura de la Tregua Sagrada?

David: Me reafirmo en que el escenario olímpico debe ser un espacio de tregua y respeto a la diversidad. Los principios olímpicos deben ser los únicos protagonistas. Estoy de acuerdo con la regla 50.
La Estocada: Fuiste parte de varias Delegaciones de Puerto Rico aportando a grandes triunfos colectivos con una serena guardia y una estocada sutil hacia tus rivales de la esgrima. Así te vieron tu padres, familiares, amigos y fanáticos del deporte en casa, Ponce 1993. Ese escenario de la cancha Salvador Dijols en la Playa de Ponce ¿fue una tus inspiraciones para buscar las mejores condiciones deportivas, económicas y mentales para la Delegación de Mayagüez 2010?
David: Así es, Ponce 93 fui mi bautismo Olímpico. Aquella experiencia tocó mi corazón, convenciéndome de que valía la pena dedicar mi juventud a desarrollarme en el deporte lo que luego me sirvió para tener empatía con mis atletas, cuando fungía como presidente del Comité Olímpico.
La Estocada: Fueron muchas las historias de inspiración que marcaron tu libro ¡En Guardia! Relatas anécdotas, expones varias estrategias de gerencia deportiva y compartes columnas donde mencionas a líderes visionarios, que ya no nos acompañan en el plano terrenal, pero que todavía se recuerdan cuando se tiene que salir airoso de una crisis deportiva. ¿Volverías a pasar el mismo proceso de liderazgo o mejorarías algunos aspectos en beneficio del deporte puertorriqueño?
David: Sin importar cuan exitosa resulte una gestión, uno siempre piensa que se puede hacer mejor. Siempre hay cosas que mejorar, sin embargo, en esta etapa de mi vida me vislumbro aportando como ciudadano privado y colaborador del nuevo liderato. No hace falta un puesto para servirle al Olimpismo ni al país.
La Estocada: Desde el descanso deportivo, dedicado a tu familia, tu profesión y a las redes sociales, ¿cómo se pone ese corazón patriota cuando vez una Delegación de Puerto Rico competir?
David: Nunca me he quitado el uniforme. Me siento parte de la Delegación. Sufro las derrotas y celebro las victorias como si fueran mías. Es una emoción muy especial que me acompañará a la tumba.
La Estocada: No podemos despedirnos sin que le envíes un mensaje a los atletas de nuestro país, que cada día están puliendo su carácter en la resilencia.
David: A nuestra Delegación le agradezco su compromiso y empeño, pues me consta que han mantenido su preparación a pesar de las circunstancias. El país tiene una gran deuda con ustedes.
Al apagarse el pebetero de Mayagüez 2010, Puerto Rico conquistó 48 preseas doradas, 43 de plata y 75 de bronce para un gran total de 166 metales con una delegación de 649 atletas en 36 deportes. Las medallas de oro fueron mayores que a las 32 ganadas en San Salvador 2002, y las medallas en total superaron las 153 logradas en Ponce 1993.

Esta cuadra de boricuas continúo brotando grandes resultados con los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 ganando 22 preseas (seis de oro, ocho de plata y ocho de bronce). La estocada final fue en la pista de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 cuando dos grandes figuras de Mayagüez 2010, el vallista Javier Culson conquistó la primera presea para el atletismo bañada de bronce y el luchador Jaime Espinal regaló el primer metal para la lucha olímpica en color plateada.
El relevo administrativo de Bernier también hizo historia con la proclamación de la primera mujer en presidir el COPUR, Sara Rosario.