Ya estaba pautado sentarme a escribir en la noche de hoy, 17 de septiembre de 2018, sobre el tema del huracán María para darle continuidad a lo que empecé el 4 de septiembre con Parte I Confesiones de Irma y María: A un año de la primera tempestad, seguida de Parte II Confesiones de Irma y María: Un año de #Irma y #UnMes para Buenos Aires 2018 publicada el 6 de septiembre.
Un escrito que se atrasó su nacimiento por el enganche que tuve en el reportaje especial de #SobreviviendoAMaría por Wapa TV.
Como era de esperarse, los medios comenzarían con sus reportajes especiales o documentales de lo que fue, es y posiblemente será, para cada persona que vivió el suceso, en o fuera de Puerto Rico, el huracán #María. El próximo jueves se cumple un año.
Los comentarios a dicho especial han sido varios. Muchos quejándose de que fue para crear fama a costilla del dolor humano, otros en que no es saludable recordar el acontecimiento y muy… muy pocos entender que la realidad ocasiona dolor, pero tiene la posibilidad de transformarse.
Si no lo hacen los medios, se lo hará el calendario por tener el 20 de septiembre en una de sus páginas o en el nuevo formato de Memories o Memorias de Facebook, por tomar de ejemplo una red social.
De esto no era lo que iba a escribir, pospuse mis temas y escogí arrancar con lo que verdaderamente me provocó el especial de mis escritos: sanación. #SobreviviendoAMaría me dio el poder de comunicarle mi tercera confesión, porque yo estoy en el proceso de sanación.
Sanación, en términos generales, es aceptar y aprender que cada proceso, sea positivo o negativo, siempre se sacará una enseñanza que nos ayuda a crecer como seres humanos.
Cada proceso es individual, que puede terminar en un resultado de beneficio colectivo. Los procesos de sanación conllevan tiempo. Los individuos pueden vivir la empatía, coraje, negación, depresión, ansiedad, entre otros, en la primera etapa.
Sin embargo, existe la oportunidad de transformar las emociones para vivir en valentía, aceptación, fortaleza, control, entre otras manifestaciones de superación. Se resume en la resiliencia, una palabra que los puertorriqueños descubrimos los beneficios en la acción, otros la están descubriendo y otros se merecen la oportunidad de conocerla. Ya escribí de ella en la publicación A seis meses de María: ¿El deporte sobrevive o vive? el 20 de marzo de 2018 y La #LAI fue un milagro deportivo en el 2017 -2018. También, la adopté como mi amiga.
Aunque nos resistamos, la sanación conlleva voluntad, ayuda, fe e introspección. No llega de la noche a la mañana. Es un proceso difícil, de aprendizaje y de tiempo. ¡Lo importante que las herramientas existen! El suicidio no es la opción.
Observar o no observar los reportes especiales de esta semana, o leer este mismo escrito, en recordación a los sucesos que vivimos y estamos viviendo a un año del paso del huracán María es una decisión individual.
Sin embargo, no puede convertirse en una acción de juzgar al prójimo por la elección de observar o no observar los reportajes. Creo que ya estamos cansados de todas las críticas que se comparten a diario de lo que gusta o no gusta para abonar sobre un suceso que nos afectó a todos los puertorriqueños. Más bien debe ser de reflexión.
No existirá reportaje que pueda reseñar el que aportó, ayudó, sufrió y que ahora quiere contar su historia con intensión de parar, mirar y escoger hacia dónde dirigir su vida después de lo aprendido forzado por María. Ni el primero que salió con el tema, #YoNoMeQuito el especial. ¡Uff, ni espacio tengo para reseñar las megas críticas que recibió! Me enfoco en el empoderamiento que descubrí en su producción.
¡No lector! ¡No darán abasto los canales, los reporteros ni la prensa para contar cada una de las historias!
Por tal razón, es posible que en esta semana verá imágenes nuevas para su psiquis que lo impactarán o no le impactarán.

Nosotros tenemos nuestras propias imágenes grabada, porque lo vivimos, nadie nos lo contó.
Nos obstante, nos puede servir para llevar un mensaje de recordación, aprendizaje y reflexión con o sin medios de comunicación. ¿Sabe qué? Los medios es una plataforma más desde que salieron las redes. Todos los que la usamos sabemos que para llevar el mensaje de lo que es, fue y será María en nuestra vida, pueden escribir en su red. Es el enfoque que le dará a su contenido y el propósito que lo inspira.

Como comunicadora entiendo el proceso por lo que pasan los reportajes visuales, escritos y auditivos. Existe la edición como elemento de manipulación para que de una forma u otra llegue ese mensaje que ha escogido el medio que lo trabajó.
Es por esto por lo que deberá, amigo lector, escoger si en su proceso de sanación le servirá o no ver estos trabajos de colegas que vivieron los momentos más horrendos de la historia en eventos catastróficos de Puerto Rico en los últimos tiempos, para mantenernos informados y dejar una historia para las generaciones. Recuerde que ellos, son puertorriqueños, pasaron el mismo proceso que el de usted y el mío en la misma isla que fue azotada. Otros lo vivieron desde las afueras como sus familiares o mis familiares que estaban desesperados por saber de nosotros, los que estamos en la isla.
No nos merecemos que, en esta semana, donde el recuerdo de María existe por cada rincón, nos acuchillemos en las opiniones de restar energía. Más bien en aportar en cómo seguiremos trabajando por nuestra familia, nuestro país y nuestra sanación colectiva que viene de la individual.
Si usted todavía no ha encontrado las herramientas para comenzar su sanación, los invito a que busquen ayuda, como yo lo hice en el ámbito privado.
Existen programa como la Línea PAS que está disponible para ayuda en momentos de crisis emocionales las 24 horas los 7 días de la semana 1-800-981-0023. Un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud estará para usted y de forma gratuita.